La etimología de la palabra antónimo integra las voces "nombre" y "opuesto"., lo cual resulta didáctico para entender que se trata de palabras que expresan ideas contrarias entre sí. Es frecuente encontrar antónimos que son nombres (ej., amor-odio), abundan también en los adjetivos (ej., alto-bajo, largo-corto, veloz-lento) e igualmente en los verbos (ej., subir-bajar). Pero no todas las palabras tienen ni necesitan un antónimo. ¿Cuál sería, por ejemplo, el antónimo de silla, o de libro, etc.? En principio podemos pensar lo mismo de la voz agua, si bien se oye o se lee por allí "antiagua", usada en casos como estuche antiagua, celular o móvil antiagua, cámara fotográfica antiagua, laptop antiagua...,pero nótese que la idea que se transmite en esos casos es la de que esos artículos son resistentes al efecto del agua, no la de que signifiquen lo opuesto a la palabra agua en sí.